Este criterio nos ubica en el papel que juegan las universidades e instituciones de educación superior, pues éstas no tienen como exclusivo fin la formación de profesionales en las distintas ramas; su objetivo fundamental es el desarrollo de la ciencia, el arte y la tecnología en los niveles más avanzados, buscando la sistematización del aporte humano en el ámbito académico y en la sociedad. Esto a
su vez implica una conceptualización diferente del rol de las universidades, al entender que éstas deben promover el desarrollo del conocimiento a partir de una interrelación de la academia en la producción social.
De igual manera, es necesario ubicar como referencia lo que consideramos como cultura, para lo cual hacemos eco de lo planteado
por Humberto Maturana, en el sentido de que “cultura es una red cerrada de conversaciones que define y constituye todo el quehacer
de una comunidad humana. Dicho de otra manera, una cultura es un continuo fluir en el lenguaje y las emociones, define y constituye
el modo de vida de un grupo humano”. Esto quiere decir que cultura es todo aquello que la humanidad ha creado más alláde lo puramente biológico, más alládel ámbito natural. Comprende todos los conocimientos, creencias, valores y hábitos; nuestros comportamientos, la forma de relacionarnos, la sujeción a leyes e incluso la ruptura de normas establecidas por las culturas dominantes.
Desde esta perspectiva, la cultura abarca la totalidad de la vida de los seres humanos, de todos los elementos materiales y espirituales que se concatenan e interrelacionan mutuamente. Los elementos materiales de la cultura dan una respuesta a las necesidades de
la humanidad y se relacionan con las funciones básicas, mientras que los elementos espirituales de la cultura pretenden satisfacer las
necesidades y aspiraciones más íntimas, profundas de los seres humanos, tanto individual como colectivamente; así, podríamos decir
que el ser humano ha podido trascender y ubicarse en la escala superior de los seres vivos por ser generador de cultura y él mismo ser un producto cultural.
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